EL OFICIO DEL SOCIÓLOGO | PIERRE BOURDIEU y JEAN-CLAUDE PASSERON

La obra se divide en dos partes, la primera de ellas corresponde al aspecto conceptual y que a su vez consta de cuatro apartados: la ruptura, la construcción del objeto, el racionalismo aplicado y la sociología del conocimiento y la epistemología. Y una segunda parte donde se presentan textos ilustrativos de cada uno de los conceptos antes señalados. 


En esta ocasión comentaremos únicamente la primera parte del libro, ya que es fundamental para todos aquellos que se interesen por la epistemología y su relación con la investigación social. Así que comenzamos con la ruptura. 

Los autores parten de la pregunta si la sociología es una ciencia o no y externan las diferencias que existen en el análisis de fenómenos físicos y los sociales y por tanto de las formas en cómo llegar a conocer la verdad, a través del uso de métodos y técnicas para ello. En este sentido afirman que…

“La vigilancia epistemológica se impone particularmente en el caso de las ciencias del hombre, en las que la separación entre la opinión común y el discurso científico es más imprecisa que en otros casos”. (Bourdieu: 27).

De ahí que los hechos sociales se aborden o se interpreten según el punto de vista del investigador y con base en lo que se observa en la realidad, pero ¿cómo se da entonces la objetividad del conocimiento?, pues a través del uso de métodos estadísticos, es así como se sistematiza la información, mediante cálculos e indicadores. 

Estos métodos serán utilizados dependiendo de los alcances y objetivos a cumplir en la investigación, pudiendo ser observación, cuestionarios, entrevistas o etnografías entre los más comunes. 

Ahora bien en lo concerniente a la construcción del objeto, en el libro se afirma que “…No hay operación más elemental y, en apariencia, automática que sea de tratamiento de la información que no implique una elección epistemológica e incluso una teoría del objeto.” (Ibídem: 68).

Es decir, que el investigador siempre va a tomar una postura ante los hechos que está analizando y por tanto esta postura también tiene que ver con el análisis e interpretación de los datos que se recopilen en campo.

Esta interpretación y postura tiene su origen desde el momento en que se plantea una hipótesis de trabajo y se determinan las variables a analizar. Es ese sentido…

“Habría que preguntarse, por último, si el método de análisis de datos que parece el más apto para aplicarse en todos los tipos de relaciones cuantificables, como es el análisis multivariado, no debe someterse siempre a la interrogación epistemológica…” (Ibídem: 69).

Por tanto, como señalamos anteriormente, esto dependerá de los objetivos de la investigación que se esté realizando. De ahí la importancia de tener claridad en el fenómeno o variables que se pretenden analizar y las metas a alcanzar, ya que todos los instrumentos se elaborarán en torno a ello y por tanto también su sistematización e interpretación en un tiempo y un espacio determinado.

Referente al racionalismo aplicado se presenta la disyuntiva entre la observación y la comprobación de hipótesis, entre la teoría y la práctica “…Una vez superado el entusiasmo por los aspectos exteriores del método experimental o por los prodigios del instrumento matemático, la sociología podrá encontrar, sin duda, en la resolución un acto de la oposición entre el racionalismo y el empirismo…” (Ibídem: 97).

Situación que consideramos complementaria dentro de la investigación social, ambas visiones permitirán una mejor interpretación de los hechos sociales, porque tanto es importante el análisis cualitativo como cuantitativo. Podemos mencionar como ejemplo los proyectos ambientales que pretenden implementar procesos y tecnologías sustentables, ya sea para el tratamiento de aguas residuales, para el uso de energías alternativas o sistemas de transporte masivo, por mencionar algunas. Tal vez su análisis costo beneficio no sea positivo y resulte muy costosa la inversión en estas acciones; sin embargo, la evaluación e impacto social es positivo ya que la población percibe que tendrá beneficios en su calidad de vida y salud. Es entonces cuando ambas posturas se complementan

Finalmente se niega que la sociología tenga un status epistemológico de excepción “…podría verse lo que la relación que cada sociólogo mantiene con la imagen de la cientificidad de su propia práctica debe al campo de conjunto en el cual se cumple: una ciencia preocupada por su reconocimiento científico se interroga sin cesar sobre las condiciones de su propia cientificidad…” (Ibídem: 101).

Así retomando la pregunta inicial de la obra referente a si la sociología es o no una ciencia, los autores señalan más bien que debe cambiarse “…por la pregunta sobre el tipo de organización y funcionamiento de la fortaleza científica, más favorables a la aparición y desarrollo de una investigación sometida a controles estrictamente científicos…” (Ibídem: 109).

Y la respuesta es precisamente que debe haber una apertura entre los diversos puntos de vista de los estudiosos de los hechos sociales, no nada más es cuestión de revelar o publicar números, sino de hacer realizar un ejercicio de complementación e integración de información entre la comunidad científica.

Libro de Bourdieu

El oficio del sociólogo

Fuente: Pierre Bourdieu

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